lunes, 18 de febrero de 2013

Diez imperdibles de la ciudad de São Paulo



São Paulo es la reina megalópolis de Sudamérica que siempre va por más, en la economía, en las dimensiones, en la cultura. A menos de tres horas de Buenos Aires, cada vez que se la visita se descubre un surtido de novedades, desde barrios recién nacidos hasta muestras de arte rutilantes, desde complejos arquitectónicos remodelados hasta recitales que sacuden la historia (el movimiento es mayor en estos años previos al Mundial del Fútbol). Con dificultad seleccionamos diez puntos imperdibles entre más de un centenar.


1. MASP, Museu de Arte de São Paulo

Pinacoteca con obras de Rafael, Mantegna, Botticceli, Rembrandt, Cranach, Velazquéz, Goya, Delacroix, Renoir, Manet, Monet, Cézanne, Van Gogh, Toulouse-Lautrec; biblioteca, fototeca, filmoteca, videoteca, cursos de artes, ciclos de cine, conciertos, conferencias: el Museu de Arte de São Paulo es quizás el centro cultural de mayor actividad de Brasil. Su casa es uno de los predios iconográficos del esplendor arquitectónico de Sao Paulo, y uno de los edificios naturales de la avenida Paulista, con su cuerpo principal que descansa acostado sobre cuatro pilares, dejando entre el edificio y el piso un enorme espacio vacío de 74 metros de largo.


2. Vila Madalena

Barrio bohemio de geografía accidentada, poblado de atelieres, galerías de arte y una colección de bares de todo tipo, como para visitar uno diferente cada noche. Algunos son botecos clásicos, otros nutridos de periodistas y aficionados al fútbol, o centros del público al que en Sao Paulo llaman GLS (gays, lésbicas y simpatizantes). Hay bares para sambar, para disfrutar del rock and roll y los hay para bebedores expertos. Todos son para amantes de los momentos de intenso y dedicado ocio, quienes también se entretienen en las librerías, en la Feira Omaguás —donde los domingos artesanos selectos llevan sus trabajos—, o en la Feira da Praça Benedito Calixto, que los sábados es una feria de todo lo que se puede comprar.


3. Muséu do Futebol

Apuesta fuerte del diseño para que el visitante sienta cómo el fútbol, nacido en la élite de Inglaterra, gente blanquísima, maduró brasileño, popular y mestizo. El museo es en todo momento emocionante, informativo y divertido. Construido en las entrañas del Pacaembu, Estadio Municipal Paulo Machado de Carvalho, con los recursos de la tecnología multimedia usados en todo el ancho de sus posibilidades para que el visitante viva el fútbol como arte, palpite el tribalismo masivo de las hinchadas, reviva la historia de las Copas del Mundo, sienta la gloria (repetida cinco veces) y la depresión insondable (una sala muestra y vuelve a mostrar dignamente la final del 50 en el Maracaná, perdida ante Uruguay).


4. Avenida Paulista

Es el alma paulistana, por la que fluyen muchos de los siete millones de autos que andan por la ciudad y, una vez al año, más de tres millones orgullosos de ser gay. Es una avenida grandiosa, símbolo de la vocación expansiva de la ciudad. Es el centro financiero y un alto punto cultural de Sao Paulo. En su mapa se distribuyen el Masp, la Casa das Rosas, casa histórica donde funciona un centro cultural dedicado a la poesía, cines, teatros, cafés. Tres kilómetros para ir de compras y caminar (es muy segura) entre restaurantes, lanchonetes y magníficos edificios.


5. Edificio Banespao

En los años 40 fue la mayor construcción de hormigón armado del mundo y hasta 1956 el edificio más alto fuera de Estados Unidos, con 150 metros de altura y 36 pisos. El Edificio Altino Arantes es orgulo de la historia paulista. Desde su mirador se tiene una visión de 360º que permiten distinguir la Serra do Mar, el Pico do Jaraguá, los edificios en la Avenida Paulista y las principales construcciones del centro. En el lobby, introduce a la magnificencia del edificio una araña de cristal de 13 metros de altura y 10 mil piezas de cristal. Un museo reúne más de 2000 objetos de la historia de los casi 100 años del edificio.




6. Museu da Língua Portuguesa

No es casualidad que este museo esté en São Paulo: es la ciudad con más personas que hablan el idioma portugués en el mundo. En 2006 fue abierto en la Estação da Luz, edificio de arquitectura victoriana, dotado de tecnología de avanzada que le permite una alta interactividad. Los visitantes sienten la formación y la evolución del idioma portugués en las diferentes áreas. En una pantalla de 106 metros se proyectan simultáneamente nueve cortos sobre el uso de la lengua portuguesa en el cotidiano: la danza, los carnavales, el fútbol, la música, etc. En el Juego de la Etimología los visitantes se divierten moviendo imágenes que contienen fragmentos de palabras. El Mapa de las hablas es una pantalla interactiva que se navega escuchando la forma de hablar de los brasileños de distintas regiones. La Plaza de la Lengua es una especie de planetario de palabras con efectos visuales proyectados sobre el techo. En una pantalla se presentan grandes clásicos de la prosa y de la poesía.


7. Pateo do Collegio

Entre los rascacielos paulistanos aún está el Pateo do Collegio, donde nació la Vila São Paulo de Piratininga. En un comienzo fue una cabaña donde se reunieron 13 jesuitas, un día de enero de 1555. Un año después se convirtió en la escuela que hoy se visita para ver pasar 400 años de historia. Hay actividades culturales y un museo de arte sacro e histórico, pinacoteca y biblioteca. Un túnel del tiempo en el que también se puede asistir a una misa.
El Pateo do Collegio forma parte del circuito Centro Histórico, que incluye la Catedral da Sé, uno de los cinco mayores templos góticos del mundo, y el Largo São Francisco, el principal conjunto de arquitectura barroca de la ciudad, integrado por la  Facultad de Derecho de la USP, la Iglesia São Francisco de Assis y la Iglesia Chagas do Seráfico Pai São Francisco.


8. Parque Ibirapuera

La vista se recrea con la variedad de los árboles, los oídos con el sonido de los niños jugando libremente por todo el parque y el corazón con la amabilidad de los paulistanos. Los domingos soleados miles de personas caminan, trotan, andan en bicicleta, skate o rollers, juegan al fútbol, al volley, al basketball... o descansan recostados frente al lago, viendo el atardecer y alimentando a los cisnes de esta amplia extensión de áreas verdes dentro de la mayor urbe de Sudamérica. Jóvenes, ancianos y bebés disfrutan de sus pequeños bosques, lagos y senderos, limpios, bien señalizados y seguros. En medio del verde se erigen también pulmones de cultura: el Museu de Arte Moderna, el Pavilhão da Bienal, el Museu Afro Brasil, el Pavilhão Japonês– con una réplica del Palacio Imperial de Kyoto– y el edificio de la Oca, diseñado por Oscar Niemeyer.


9. Restaurante Figueira

Con las mesas que se extienden en un patio bajo una majestuosa higuera centenaria y gigante, el Figueira Rubaiyat es sofisticado y plácido. La cocina rescata la gastronomía primitiva del horno de barro y las cazuelas de hierro, con platos originales en una carta variada. Se destacan las carnes, de diferentes procedencias, incluida la finca propia. El buffette de postres es el mejor de la ciudad y la carta de vinos es profusa. Está ubicado en la rua Haddock Lobo del suntuoso barrio Jardins. Un almuerzo en el Figueiras es un modo de conocer la vida en uno de las zonas más refinadas de Brasil y su gente.


10. Sala São Paulo

En el interior de la imponente Estación Júlio Prestes, antigua estación de tren de la compañía Estrada de Ferro Sorocabana, de ornamentación sobria y detalles al estilo Luís XVI, suenan los conciertos en la Sala São Paulo. Se trata de uno de los teatros líricos más importantes del Brasil, y sede da Orquesta Sinfónica del Estado. Fue creada a fines de los 90 como parte de un proyecto de revitalización del centro antiguo de la ciudad y está junto a la Pinacoteca do Estado y el Museu de Arte Sacra. El calendario de conciertos es apretado y de altísima calidad. Una visita guiada es inevitable.



INFORMACION ÚTIL

Cómo llegar
Tam Mercosur, Aerolíneas Argentinas, Gol y Tam tienen vuelos directos desde Buenos Aires a São Paulo (Aeroporto Internacional de Guarulhos) todos los días, con tarifas desde 450 dólares.

Dónde alojarse
El Hotel Tívoli (5 estrellas), en el barrio Jardins, ofrece sauna, Spa, piscina y un restaurante magnífico desde el que se domina toda la ciudad, con habitaciones en base doble desde 560 dólares.
El Cinelandia Hotel, en el centro histórico, ofrece servicios básicos con habitaciones desde 113 dólares.
Los huéspedes del Cinelandia Hotel podrán disfrutar de un desayuno bufé con croissants, tartas y fruta. Gracias a su céntrica ubicación, el hotel está rodeado de restaurantes, cafeterías y animados bares.
Para los jóvenes que buscan arte y buenos precios, el Hostel Vila Madalena, a 15 minutos del subte, tiene camas por 25 dólares.

Dónde informarse
Área de Turismo de la Embajada de Brasil en Argentina: tel. (011) 4515-2400,  turismo@brasil.org.ar
www.saopaulo.sp.gov.br